30 enero, 2013

La realidad



La realidad es un manojo de poemas sobre los cuales nadie reclama derechos de autor. Debajo de cada piedra, de cada baldosa, se esconde un poema.

Hay irreverentes, y también historiadores, que sostienen que la virginidad de María es un error de traducción. Y puede que sí. Pero ya sea en arameo, zendo, jónico, eólico o ático, haya sido virgen o mujer normalmente sexuada, María es sobre todo una imagen poética, digna de parir a esa prometedora metáfora llamada Jesús (no olvidemos que expulsó del templo a los mercaderes).

Hasta en las guerras hay poesía, pero nunca en la artillería de los vencedores sino en la última mirada de los vencidos. Hay poesía en los himnos patrios, pero no en la cursilería de sus letras sino en las voces de quienes los cantan.

Hay poesía en los cuadros de Van Gogh o de Velázquez, de Murillo o del Tiziano, de Durero o de Gainsborough, y hasta en las peligrosas arañitas que alojan su hambre estética detrás de un cuadro de Picasso o de una estampa de Buda.

Cuando uno ve pasar una muchacha con su garboso contoneo y murmura que es un poema, sólo dice la verdad. Aun el dolor es poético, como bien lo documentaron Shakespeare y el Dante, y más cerquita Rulfo y Quiroga.

Lo malo de la realidad y también de la poesía es su punto final. Como éste.

-----------------------------------------------------------------------------Mario Benedetti